Para empezar, la expresión. Es un ítem principal en estas estrofas donde la ironía hace de soporte junto a la comedia para crear tales versos. La expresión de tanto Góngora como Quevedo es fundamental para el desarrollo del poema, sin ella, sólo estaríamos hablando de una historieta entre dos señores enfadados burlándose el uno del otro.

El humor. ¿Qué mejor manera de reírte de tu mayor enemigo, que haciendo reír al resto también? Pues eso, cómo podemos ver en estos fragmentos, donde, señalo destacando “érase una nariz de Egipto”, el humor es un pilar necesario, junto a la anteriormente citada ironía. Mediante el uso de metáforas como la que he señalado, estos autores conseguían que el público tomara conciencia de los defectos del otro, generando así, un mayor ridículo.

Por último, también cabe destacar la centralidad de los poetas a la hora de nombrar algún tema concreto. Con el fragmento anterior, por ejemplo, Quevedo se centra especialmente en Góngora, y todo el poema va dirigido a él, y sus defectos, lo que hace que se muestre una atención destacable a la hora de leerlo.